Fuego y Agua

Que difícil este año... este año que ha traído amarguras, cambios y ansiedad. Ha traído momentos de sentirse vencido y momentos de sentirse impotente. 2009 empezó teñido de gris, empapado del quiero y no puedo.
De quitar la ilusión de cuando quererse era más que suficiente. Del sentirte lejos y no reconocerme. Del año en que toca crecer y hacerse mayor. Del cargar con responsabilidades.
Antes cuando ponía por prioridad las cosas básicas de la vida, siempre eran amor, dinero y salud. Este año he tenido que aprender que primero va la salud y que sin ella no vamos adelante.
Aunque haya habido momentos en los que quererte era algo familiar y cómodo y en los que te necesitaba un poco más lejos para encontrarme yo.
Pero este año ha traído intensidad en otras áreas que no sabía que podían seguir creciendo, que creía que habían llegado a su tope.
Encontrándome, te me has aparecido de otras maneras. Te he echado de menos, he redescubierto tu piel, tu voz, tus besos y tus caricias. Te siento más dentro de mí que nunca y como en aquella película, nunca he tenido el corazón tan rojo.
Gracias por descubrirme a Monica Molina, algo que nunca hubiera escuchado por propia iniciativa por no ser de mi estilo, y con ella una parte dulce, tierna, pero también llena de pasión. En la que hacer el amor lo llena todo, y donde se puede llorar de felicidad, tristeza, alegría y amor todo a la vez. En la que puedo coger tu mano fuerte, besar tus lágrimas. Darte consuelo, reír y tener un pequeño universo propio.
Gracias por estar ahí, gracias por quererme y dejarme quererte.